Este inicio de año se está yendo rapidísimo, en un abrir y cerrar de ojos terminamos el mes. Ahora es momento de que hagas una pequeña pausa y realices un balance de tus gastos.

Primero, haz un recuento de todos los gastos que hiciste día con día. La idea es que identifiques qué fue lo que te generó alguna salida importante de dinero y en este nuevo mes que comienza trates de evitarlo. 

Después, analiza si lo que gastaste realmente fue de utilidad. Muchas veces pensamos que un gasto es importante o esencial pero con el paso de los días nos damos cuenta que no es así. 

Balancea entre tus gastos fijos y los que puedes dejar a un lado. A todos nos gusta darnos un pequeño regalo, un gustito y está muy bien, pero sólo debes hacerlo una vez al mes y para que puedas cuidar mejor tu dinero. 

Sumas y restas, con todo. Suma todos tus ingresos del día uno al 30, luego resta tus gastos de igual manera. Ahí las cuentas deben ser muy claras. Si estás gastando un poco más de la cuenta, debes de poner orden y tener la firmeza para no hacerlo. 

Lleva un control de tus gastos. Guarda tus recibos y apúntalos en un cuaderno así tendrás mucho orden y seguramente al siguiente mes podrás hacer el esfuerzo para ahorrar cada vez un poquito más. Puedes apoyarte de una app para llevar un registro preciso. Algunas opciones pueden ser MONEFY o FINTONIC, ambas son amigables y fáciles de usar. 

Revisa tu balance, si no resulta favorable, no pasa nada, tienes un mes para fijarte una nueva meta: ¡cuidar tu dinero! Cada vez que vayas a hacer un gasto piensa en tu meta y busca cómo puedes generar un ahorro día con día. Recuerda que los cambios no se hacen de la noche a la mañana, se necesita mucha constancia.