Es común que las personas que emprenden un negocio propio inicien trabajando desde casa, lo cual resulta cómodo y hasta económico en un principio, sin embargo es importante separar las actividades de casa y negocio, pero sobre todo las finanzas.
Sobre este tema, te tenemos una serie de recomendaciones para no mezclar familia y negocio ni meterse en problemas financieros por alguno de estos frentes.
La primera de ellas es establecer un presupuesto suficiente para el bienestar familiar que se pueda solventar con las ganancias del negocio, es decir: ponerte un sueldo fijo.
“Pero soy el dueño, no debería tener un sueldo fijo, acabaría con las ganancias del negocio”.
Al contrario, debes establecer un sueldo para ti mismo y ejercer la disciplina y el autocontrol en las finanzas de tu negocio pues, al fin y al cabo, eres tu propio empleado y, como tal, debes recibir este sueldo.
Si mantienes esa disciplina y un adecuado balance entre el presupuesto personal y de la empresa, seguramente se comenzarán a notar los beneficios en un mediano plazo.
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