Comprar un auto, ya sea nuevo o usado, siempre requiere de un gran análisis, ya que de ese tamaño es la inversión que harás. Teniendo en cuenta los altos precios de los autos nuevos y que además, cada año su valor disminuye cerca del 15%, la opción de preferir comprar uno usado muchas veces suele ser la más viable.

Eso sí, comprar un auto usado requiere paciencia para poder fijarte en esos pequeños detalles que te harán elegir el que esté en mejor estado y necesite menos cuidados con el pasar de los años.

Nosotros queremos cuidar tu dinero y que tomes la mejor decisión, por eso te dejamos algunos consejos:

Realiza una prueba de manejo: Siempre que puedas, usa el carro antes de comprarlo. De preferencia tanto en ciudad como carretera. Mantén tus ojos y oídos alertas, para detectar cualquier cosa que no parezca normal.

2. Haz el examen de la fuga: ¿Qué es esto? Es muy sencillo. Estaciona el carro en un lugar que esté limpio y déjalo corriendo al menos 30 segundos. Mueve el auto y verifica que no haya quedado ninguna mancha.
Una mancha oscura es por fuga de aceite.
Un líquido verde sería una fuga de anticongelante.
Si encuentras líquido rosa entonces es una fuga de la transmisión.

3. Investiga en precios y opiniones: Usa un poco de tus habilidades de detective e investiga precios en internet, en lotes de autos usados y entre tus conocidos, para darte una idea de si el precio que te están ofreciendo es bueno o no.

4. Llévalo con un mecánico de confianza: A veces uno no se puede dar el tiempo de revisar a profundidad el carro que quiere comprar, pero esto te ayudará a asegurarte que estás tomando la decisión correcta. Además, el costo de que lo revisen será menor que el que te cueste repararlo.

Estos 4 puntos te ayudarán a tomar una decisión más informada, con la que te sientas más feliz después de tomarla. Eso es lo que buscamos en Provident, ayudarte a lograr cosas que antes no creías posibles y que utilices tu dinero en cosas que te hagan sentir mejor.