Un préstamo personal no es tu enemigo, al contrario, un préstamo personal puede ser una herramienta financiera que te saque de apuros o simplemente te ayude a alcanzar más rápido una meta. Existen diferentes tipos de préstamos y los ofrecen muchas instituciones desde bancos hasta casas de préstamo, cada uno con sus requisitos, limitaciones y beneficios.
Los préstamos personales de casas de préstamo normalmente son por cantidades pequeñas y a plazos relativamente cortos que casi nunca superan el año; además, los requisitos que se piden para solicitarlo son muy pocos, a veces sólo una identificación oficial y un comprobante de domicilio. Este tipo de préstamos son accesibles a una gran parte de la población que no cuentan con los requisitos que solicitan los bancos para otorgar un préstamo.
Si se está en una situación que requiere la liquidez en un plazo corto, unos 5 días hábiles, se puede solicitar un préstamo y tener el efectivo relativamente rápido para hacer el pago que se necesite.
Pero ahora viene la pregunta ¿y el pago?
Los pagos de muchos de estos préstamos personales se hacen de manera semanal y son por cantidades bastante accesibles (si se lleva un buen control de nuestro dinero, claro).
Por los beneficios de rapidez, requisitos mínimos y pagos semanales accesibles, un préstamo personal no es tu enemigo, sino un amigo que te ayudará en cualquier momento.
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